Testimonio de un Viajero


"Cuando iniciamos el desplazamiento desde el área central de Petén, nos encaminamos en un recorrido de 83 kilómetros de distancia hacia Carmelita, la última comunidad asentada hace ya más de un siglo al noroeste de la Reserva de Biosfera Maya. Podemos observar los pueblos aledaños en el recorrido y cuando dejamos de ver los pastizales nos acercamos al poblado lleno de historia, donde no podemos perder de vista las casas que ya son parte del patrimonio cultural del lugar, vecinos que cuentan las historias reales de las actividades laborales como: la extracción del chicle, el xate y la pimienta, trabajo bondadoso que ha sido la subsistencia durante décadas de los lugareños.

Después de conocer un poco de la idiosincrasia de la comunidad, nos adentramos a la aventura incomparable dentro de la majestuosa selva virgen. Los guías comunitarios con conocimientos en arqueología y naturaleza y experiencia en el recorrido, nos cuentan historias reales sobre la vivencia de los comunitarios, pues han pasado la vida completa dentro del bosque.

En el recorrido diario podemos ir escuchando el cántico de coloridas aves que revolotean dentro de la densa selva. El descanso por las noches después del recorrido de todo el día se vuelve necesario, y con el silencio y la oscuridad se escucha el aullar de los monos, quizá presienten nuestra presencia humana, pero más creo que es la emotiva bienvenida que ellos nos dan y con la gran emoción de que al día siguiente estamos seguros que descubriremos cosas nuevas. Las estadías en los campamentos por las noches y la convivencia con los guías comunitarios, cocineras, arrieros y asistentes, lo hacen sentir a uno que es parte de la cultura de un lugar único en el mundo, donde se le enchina la piel al escuchar leyendas y anécdotas que han ocurrido en esos lugares alejados y adecuados para renovar el alma y el espíritu.

Después del largo recorrido y sorprendidos de haber visto el monumental y excepcional Sitio Arqueológico de El Mirador nos acercamos al retorno de nuestro incomparable viaje, todos venimos callados, tal vez por el cansancio, pero en el fondo nos sentimos sumamente privilegiados de haber conocido un lugar extraordinario y nos preguntamos en el interior si existe la posibilidad de poder regresar nuevamente a este fascinante viaje. Más tarde arribamos a Carmelita y el recibimiento de los comunitarios nos hace sentir que somos agraciados y que el viaje ha sido de lo mejor.

Muchas gracias Carmelita por invitarnos a realizar este viaje fascinante y por habernos brindado y estrechado el calor de sus manos y les decimos que nos vamos muy contentos y satisfecho de todo lo que no nos imaginamos que íbamos a encontrar y conocer. Saludos y hasta pronto."




         

 

                                                                                                                 
                                                                                                                                                                                 


                                                                                                                                                                   
                                                                                                                                                                                  Design by Lucas Abelar